Aventura en la Amazonia peruana

La Selva o Amazonia peruana es un universo mágico y preservado. El pulmón del planeta nos maravilla con su jungla tropical, sus sorprendentes animales y sus pequeñas cabañas en los árboles. Recorre en barco el río Madre de Dios y ábrete paso entre la maleza del bosque hasta llegar al lago Sandoval, situado al sur del país. Sentado en tu canoa, tendrás la ocasión de ver nutrias gigantes asomando su cabeza, tortugas descansando en los troncos flotantes y caimanes acechando con sus grandes ojos amarillos bien abiertos. Permanece a una distancia prudencial de estos animales para no molestarlos.

El parque nacional del Manú, situado al norte de Cuzco, cuenta con más de 1300 variedades de mariposas, 800 especies de aves y 200 mamíferos diferentes, una verdadera oda a la biodiversidad. Podrás seguir las huellas de los jaguares y ver a los guacamayos rojos que se reúnen para picotear los acantilados de arcilla. Tu guía no atravesará los lindes del bosque donde aún viven tribus que no tienen contacto con mundo exterior, como los amahuaca y los mastanahua.

A Iquitos, la ciudad más grande del norte de la Amazonia peruana, solo se llega en avión o en barco. Paséate por el barrio flotante de Belén o embárcate en un crucero por el río Amazonas. En la reserva de Pacaya-Samiria, si tienes suerte, podrás ver al conmovedor delfín rosado, también conocido como Boto. Un agente local de Evaneos podrá orientarte sobre los guías profesionales que velan por su protección.