Para llegar a Covas, debes saber que el camino desde Chã das Caldeirases un descenso de 1.700 metros que necesita tener una buena condición física. Durante la estación húmeda tendrás que informarte sobre el estado de los senderos, ya que pueden ser resbaladizos y tornarse peligrosos.A mí me pareció que algunos tramos eran un poco delicados, pero el esfuerzo es bien recompensado por la belleza del lugar.
Una vez hemos salido de la Caldeira, se entra en el Parque Natural Monthe Velha (entrada 200 CVE) que cuenta con una vegetación exuberante. Las numerosas plantaciones de café, plátanos, naranjas, papayas y sin contar los eucaliptos y coníferas de todo tipo, hacen de este paseo un momento maravilloso... Recuerda que el mes de agosto es el mejor mes para la cosecha de café de Fogo, considerado como uno de los mejores del mundo.
Viniendo de Porto Novo, tomamos en Aluguer la Corda, la carretera principal de la isla que nos llevaba hasta el cráter de Cova. Lamentablemente como sucede muy a menudo, las nubes rodean las montañas, impidiéndonos ver el cráter cuando llegamos. Pero somos optimistas. De hecho un afortunado claro de luz nos permitió descubrir el cráter. ¡Increíble! El panorama es sorprendente, con el valle de Paul, sus pueblecitos, su mosaico de cultivos y sus miles de tonos verdes diferentes, una hermosa vista del océano y el cráter con algunas casas repartidas en la parte de abajo.
La mañana del día siguiente salimos para pasar una jornada de caminata. El Aluguer nos llevó hasta el pueblo de Cova, al pie del cráter, pasando por Ribiera Grande. La carretera sigue estando resbaladiza. La niebla nocturna que cubre todo, no se ha secado aún con el sol matinal. Hay muchas curvas por el camino de piedras. ¡Cuidado porque resbala! Disfrutamos del descenso entre los cultivos y las aldeas. Hicimos una parada en "chez Sandro", un productor del valle para comprar café. Conocimos la vida rural de este valle dominado por las nubes que ofrece la Ribeira de Paul, humedad y verdor durante todo el año.
El camino entre las terrazas de cultivos y las chozas nos condujo, tras 2 horas de marcha, hasta el pueblo de Cha de Joan Vaz, en donde paramos para comer en una posada. En casa de "O' Curral" todos los productos proceden directamente del huerto de al lado. Una delicia. Es fresco, sencillo y delicioso: queso de la tierra fresco a las finas hierbas y con pimentón, tortilla de berros,catchupa (a base de garbanzos, repollo, zanahorias, patatas, yuca y ñame), ensalada de berros y flores del jardín, y sopa de plátano verde. Y todo ello con unas vistas espléndidas del valle.
Retomamos nuestro descenso entre los caminos de tierra, los caminos de piedra y los arrollos que irrigan los cultivos donde se aprovecha hasta la menor pulgada de tierra cultivable. Pasamos por las terrazas y el pueblo de Aldriea Manga, hasta llegar a Villa das Pongas, en el extremo del valle.