Dassa-Zoumè es una ciudad en un cruce de caminos en el centro de Benin, conocida por su atípico relieve con 42 colinas, sus casas aferradas a la ladera de la montaña ¡y su historia real que los habitantes hacen revivir!
Aconsejo:
¡Ve a lo alto del monte Mont Okè-Egnité, para disfrutar de la vista de Dassa-Zoumè !
Mi opinión
Fui a Dassa-Zoumé para descubrir esta ciudad histórica y las de los alrededores: Betecoucou y Abomey. Durante tu viaje por Benin, al hacer la ascensión hacia el parque nacional de Pendjari, por qué no detenerse a medio camino para visitar estas 3 ciudades.
Dassa-Zoumè no me subyugó porque esta ciudad es muy polvorienta y bastante gris. La ventaja principal de esta ciudad es, para mí, la pequeña caminata del monte Okè-Egnité, colina sagrada, que nos ofrece una hermosa vista sobre Dassa. ¡No se necesita guía para subir! Encontramos allí habitantes marginales que viven en las colinas y son momentos agradables para compartir si nos tomamos el tiempo de charlar con ellos. Notamos lugares de culto frecuentes en los caminos que seguimos.
Se proponen diferentes circuitos a los turistas para descubrir la cultura y la ciudad de Dassa-Zoumè. Yo había elegido un guía a media jornada para visitar el palacio real de Dassa-Zoumè, para que me contase la historia de la ciudad y me hablase de los bosques sagrados. Quedé un poco decepcionada por el circuito realizado pero sus explicaciones sobre el animismo, las tradiciones, los rituales de las gentes de Benin fueron muy interesantes.
A la entrada de la ciudad, la basílica Nuestra Señora de Arigbo es impresionante por su tamaño; podemos pasear a su alrededor. Justo al lado se encuentra la gruta de Nuestra Señora de Arigbo, lugar de recogimiento célebre porque la Virgen se habría aparecido ahí.
Si deseas comer, dirígete a los numerosos lugareños al borde de la carretera que te obsequiarán con sus platos por un pequeño presupuesto.
