Durante mi viaje a Ecuador, mucha gente me recomendó hacer hacer la excursión a la Nariz del Diablo, a 2h30 en tren desde Alausí. El trayecto es largo y la verdad es que el paseo no mereció la pena.
Es cierto que a lo largo de 12 kilómetros el tren atraviesa lentamente y en zigzag paisajes muy bonitos. Al final, llegué a la montaña llamada Nariz del Diablo. Se entiende por qué se llama "Nariz", por la forma de la montaña. Pero ¿por qué "del Diablo"? La historia cuenta que la construcción del la vía férrea de la montaña provocó numerosas muertes. Después de enfermedades, accidentes, y mordeduras de serpientes, el ingeniero tiró la toalla y anunció que la montaña sólo se podría cruzar con la ayuda del Diablo.
No pude o supe apreciar la atmosfera de la visita, pero me encantó el paseo en tren.
Me encanta viajar en tren y el de la Nariz del Diablo es el único que ha pervivido en Ecuador. Me acompañaba un amigo ecuatoriano: el único sudamericano que había en el tren. Nos colocamos en el techo del vagón para un descenso que nos dejaría sin aliento.
Se dice que en el tiempo de la conquista de América del Sur, los españoles no consiguieron cruzar para ir a evangelizar a los indios. Y este fracaso se le atribuyó al diablo, que les impedía ir a purificar al «pueblo demoníaco». De ahí lo de Nariz del Diablo...
Todo el rato veía que iba a descarrilar, pero no. Los cambios de dirección son impresionantes; las vistas, vertiginosas; los paisajes, grandiosos. La única pega, que aquel día estaba nublado y había menos visibilidad. Pero bueno, qué más da, definitivamente aquel recorrido fue uno de los mejores momentos de mi viaje a Ecuador.
Con fama de ser el tren "más difícil del mundo", el autoferro se ha convertido, sobre todo, en el tren más rentable Ecuador. A mi llegada a Ecuador, el trenconectaba Riobamba con el lugar llamado la Nariz del diablo -a los ecuatorianos les gusta poner en todo la salsa del diablo- pasando por Guamote y Alausí.
Anteriormente, era posible para los turistas subir a la parte superior del tren. Debía de ser algo fabuloso. Pero en el otoño de 2008 un japonés fue decapitado y los viajeros, desde entonces, se tienen que conformar con sentarse en los asientos. Mucho menos impresionante...
La última parada del tren es la estación en desuso de Sibambe. Es justo antes de que uno pueda ver esta famosa Nariz del Diablo, que no es, ni más ni menos, que una gran roca. Sin embargo, es muy divertido ver retroceder el tren en una situación relativamente peligrosa (aunque nada descabellado tampoco) para dar la vuelta y regresar a Alausí. ¡Hay muchas cosas mucho más interesantes que hacer durante un viaje a Ecuador!