Durante mi viaje a Bolivia, tras una visita al Tiwanaku, llegué a Copacabana después de pasar muchas horas en un taxi-furgoneta. La ruta para llegar a Copacabana es magnífica. Antes de llegar a la ciudad, hay que pararse en San Pedro de Tiquina y atravesar el lago en embarcaciones para los coches y los autobuses.
La ciudad es bastante turística por la Isla del Sol y la Isla de la Luna en el lago Titicaca. Y, por tanto, hay muchos restaurantes y tiendas de recuerdos. Los comerciantes aprovechan un poco para subir los precios. Hay varios barcos para llegar hasta las dos islas pero son bastante lentos, ¡planifica el tiempo necesario!
A casi 3800 metros de altitud, Copacabana (no confundir con la famosa playa brasileña) es un pequeño lugar de veraneo muy popular entre los habitantes de La Paz. Si te dan alergia los sitios turísticos, mejor no vayas.
La ciudad en sí no tiene nada de especial, quizá las bonitas vistas desde las dos colinas cercanas, pero tras haber recorrido los exuberantes paisajes de Bolivia, me costó no sentir indiferencia.
Si tienes la suerte de ir a la ciudad el 5 de agosto, que sepas que Copacabana acoge a miles de peregrinos que van a rezarle a la Virgen Negra, un auténtico símbolo del sincretismo religioso de Bolivia. Si tienes ganas, no dudes en hacer un recorrido por la catedral de la ciudad, uno de los edificios barrocos mejor conservados del país. Antes de ir a Bolivia, no olvides reservar tu hotel de antemano, porque esta ciudad lacustre se llena enseguida.
Lo que más recuerdo de Copacabana es su clima templado y su memorable trucha. ¡Qué alegría después de varias semanas comiendo pollo! También hay que tener en cuenta que la ciudad es de paso obligado para ir a la famosa Isla del Sol.
Llegando de Puno en Perú me quedé aquí asombrado durante mi viaje por Bolivia.
¡Copacabana! ¿Me había dormido en el autobús o qué? ¿Cuántas paradas me había pasado como para llegar allí? No, no había dado un salto a la legendaria playa brasileña. Me encuentro a orillas del lago Titicaca. En el pasado Copacabana fue un lugar de peregrinaje para los incas Después se convirtió en un centro turístico sin ningún encanto. No creo haberme cruzado con un sólo boliviano. Te recomiendo que vengas aquí únicamente para hacer tu ruta por el lago. Aquí es donde se toma el barco para dar un paseo por el lago navegable más alto del mundo. En lugar de regresar, intenta quedarte a dormir en la isla en casa de algún habitante. Más auténtico que en tierra firme.