Un viaje en Chile es una ocasión única en la vida para dar un salto de 3.760 kilómetros hasta llegar a la isla de Pascua y admirar Ahu Akivi.
En este ahu, siete moáis parecen observar el mar y el horizonte. Este lugar es excepcional porque normalmente los moáis dan siempre la espalda al océano y miran tierra adentro. Es el primer sitio que se restauró. Actualmente, el lugar es magnífico y, según las diferentes opiniones, podría tratarse de la representación de los siete exploradores enviados por el rey Hotu Matua. Pero como ocurre por toda la isla de Pascua, nada es seguro y no son más que suposiciones. Te aconsejo especialmente visitar Ahu Akivi al atardecer. Un momento único.
Dirección a la más lejana de las islas lejanas, me refiero a la Isla de Pascua. Situada a 3.760 km de las costas chilenas, este islote triangular encierra todavía muchos secretos entre los que se encuentran los moáis, estatuas gigantes totalmente hechas de tuba y basalto.
Son unas 400 y se encuentran por todas partes en la isla, desde el volcán Rano Raraky hasta el Ahu Nau Nau. Pero es en la plataforma Ahu Akivi, a unos 15 km al norde de Hanga Roa, donde se encuentran los únicos moáis que miran hacia el Pacífico. La leyenda dice que las siete estatuas eran emisarios enviados en misión de reconocimiento por el primer rey de la isla.
Para comprender mejor todo el esplendor de los colosos, te aconsejo acercarte hasta allí al atardecer. Un momento perfecto para compartir en familia o entre amigos durante un viaje a Chile.