La actividad portuaria en declive de la ciudad de Punta Arenas la ha llevado a reconvertirse y orientar su economía hacia un sector más lucrativo: el turismo. Es famosa entre los turoperadores, especialmente como escala turística de cruceros.
Esta «punta de arena» (etimológicamente) no está, sin embargo, a la altura de las otras decenas de escalas posibles a lo largo de la costa del Pacífico. Sus playas son menos bonitas y, sobre todo, contaminadas, el clima es asfixiante porque la península de Nicoya, justo en frente, limita la brisa. En cuanto al centro de la ciudad... nada de especial.
En realidad, la principal ventaja de la ciudad es su proximidad a San José, lo que la convierte en destino predilecto de los habitantes de la capital que desean tomar el sol el fin de semana.
Así que, a no ser que quieras incluir en tu viaje a Costa Rica un desvío en un gran complejo hotelero con todo incluido, pasa de largo. Cita en el puerto para coger el ferry con dirección a la parte sur de la península de Nicoya.