Se dice que en lo alto del Cañón se puede ver a los cóndores volar, pero en realidad no vuelan. Simplemente extienden sus alas y se dejan llevar por el viento. El espectáculo desde arriba es impresionante. Estos majestuosos animales dan vueltas en silencio en un escaparate magistral: entre las paredes rocosas del cañón, con el río 1.200 metros más abajo y las cimas nevadas del volcán enfrente.
En el mirador donde presenciamos dicho espectáculo se colocan mujeres que venden artesanía, comida y mucho más. Aprovechan para vender sus productos a los numerosos turistas de este cañón en esta zona de Perú.
La Cruz del Cóndor es un lugar que recomiendo, pero no te decepciones si no ves muchos pájaros. Durante mi visita, la realidad no estuvo a la altura de mis expectativas, en las que imaginaba a decenas de pájaros planeando alegremente en el aire. Tan sólo vi a uno y estaba posado en una rama la mayor parte del tiempo.
Sobre los acantilados vertiginosos que se asomab al Río del Colca, se encuentra un mirador único, la Cruz del Cóndor. El circuito es fácil de organizar desde Arequipa para descubrir el Valle del Colca y permite admirar el ballet de estas impresionantes aves, auténticos símbolos de la cultura Inca. Es una opción perfecta para aquellos que no tienen mucho tiempo para visitar Perú.
Los acantilados ofrecen un hábitat natural perfecto para que estas aves puedan hacer sus nidos. Además, en el corazón del valle hay una gran cantidad de corrientes de aire caliente que permiten a los cóndores planear, evitando así malgastar energía batiendo las alas.
No hace falta desplazarse con el fin de localizar las corrientes y observar a los cóndores. Si hace viento, se mueve mucho aire caliente y seguro que podrás admirar a estos enormes pájaros, que a veces pasan pocos metros por encima de las cabezas de los visitantes. Realmente impresionante.
De camino hacia mi ruta en el cañón del Colca, tuve el privilegio, temprano por la mañana, de poder admirar el vuelo majestuoso de varios cóndores, símbolo de la cordillera de los Andes.
Este momento mágico fue uno de los más emocionantes de mi viaje a Perú. Tuve que esperar cerca de 30 minutos, pero mi paciencia tuvo su recompensa. Primero uno, después dos y hasta doce cóndores sobrevolando el cañón, a apenas un metro de nuestras cabezas. Cualquier espectador tiene garantizada la admiración con este espectáculo.
Te aconsejo que hagas una parada en la Cruz del Condor para vivir este momento único de belleza de la naturaleza. Una actividad para hacer sin salirse del itinerario, para los más impacientes. Una vez que los cóndores están sobrevolando tu cabeza, te olvidarás del tiempo que tuviste que esperar.