El Machu Picchu, alias la Vieja Montaña, fue descubierto hace solo unos cien años, por el investigador americano Hiram Bingham, acompañado por un guía local. Reveló al mundo entero su impresionante descubrimiento: la ciudad perdida de los incas. Para llegar, hice la ruta del Salkantay, y es el mejor recuerdo que tengo de mi estancia.
Una visita al Machu Picchu es la ocasión perfecta para admirar el increíble ingenio de los incas. Una obra maestra realizada en a penas 20 años, con enormes piedras perfectamente imbricadas unas en las otras, sin mortero. Además, es uno de los únicos vestigios del imperio que no fue destruido durante la conquista española. Hoy, los trabajos de reconstrucción garantizan el mantenimiento de las infraestructuras sin destruir el auténtico encanto del lugar.
Tuve la oportunidad de visitar este lugar dos veces, una por mi cuenta, la otra vez en una visita guiada, dos visitas totalmente diferentes. Te recomiendo que hagas la visita guiada, la experiencia será muy diferente.
Lo que es seguro es que una visita a esta ciudad te quedará grabada en la memoria para siempre.
Joya de la cultura Inca, lugar de misterio y de magia :el Machu Picchu. Cuenta con dedicarle un día completo para poder disfrutar al máximo de este lugar único e impregnarte de su historia. Hay varios tipos de tiques que te permiten acceder a diferentes partes del santuario histórico: el yacimiento arqueológico, el Huanya Picchu o la montaña Machu Picchu. Es muy aconsejable, incluso indispensable, reservar con antelación porque el número de visitantes por día está limitado a 2500 para la protección del patrimonio.
Desde Aguas Calientes, hay lanzaderas que permiten llegar al sitio en unos pocos minutos. Cuanto primero llegues, mucho mejor porque hay poca gente a primera hora de la mañana, y podrás disfrutar más del lugar. Es preferible que vayas con un guía local para visitar este lugar. Muchas veces, por la mañana, el lugar está cubierto de nubes, pero no te preocupes, las nubes irán desapareciendo a media que el día avanza.
Después, gracias al tique que tenía, comencé la subida a la montaña del Machu Picchu. Como no soy deportista, la subida me resultó difícil, pero la vista compensó el esfuerzo. Mis piernas todavía se acuerdan de las agujetas que tuve el día después. Por el contrario para los que les gustan las vacaciones deportivas, ¡esta será una actividad de ensueño!
-La antigua ciudad de los incas, que tuvo sus orígenes en el siglo XV, está situada a 2500 metros de altitud en plena Cordillera central de los Andes y se conserva en muy buenas condiciones. Fue un centro religioso y ceremonial, pero también agrícola y gastronómico. Sin embargo, el uso que en verdad le daban a las diferentes construcciones todavía sigue siendo un misterio. Algo más que embriagador...
- El Machu Picchu posee una belleza inaudita. No es necesario que seas un fanático de la historia o de piedras antiguas para caer bajo su embrujo. Es un lugar del que me he enamorado. Para mí, lo más fascinante de Perú.
Al estar situado en la cima de unos montes verdecinos, la magia de su encanto se hace efectiva ya desde el amanecer, cuando los primeros rayos de sol despiertan a las piedras y la bruma comienza a desvanecerse para permitir entrever sus contornos. Te da la sensación de estar en los confines del mundo.
-La visita puede ser guiada si así lo quieres. Y además lo recomiendo porque vale la pena escuchar las anécdotas que se cuentan. ¡Sorpresa! Sea como sea, si sueñas con sentirte como Tintín en la ciudad de los incas, entonces te va a gustar la experiencia. Es algo increíble. Es asimismo fascinante el hecho de que estas construcciones, que han sobrevivido a tantos terremotos, hayan sido construidas en la cima de un monte escarpado y encima, fabricadas a mano, por supuesto... Existen rumores de que a partir de ahora habrá que darse prisa en visitar el lugar, ya que podrían cerrarlo próximamente. A buen entendedor...