Personalmente, siempre estoy buscando opciones responsables en términos de turismo. La ventaja es que Perú desborda de posibilidades en esta materia. Justamente, en el parque de Huascarán, descubrí una pequeña comunidad que se dedica al turismo rural comunitario. Juntos, han formado una asociación y organizan, concretamente, visitas a la laguna de Llanganuco. No dudes en contactar con tu guía local para organizar una estancia impregnada de sabor local, en la comunidad de Huascar & Huandy Humacchuco.
Esta región de Perú es también el lugar soñado por todos los amantes del senderismo. Aunque el terreno es escarpado debido a la altura, cuando llegues a la laguna Llanganuco, verás tu esfuerzo ampliamente recompensado. Te lo aseguro, es un espectáculo del que nunca te cansas.
La quebrada de Llanganuco es una verdadera maravilla. Imagínate dos lagunas (Orconcocha y Chinancocha) encajonadas entre dos picos montañosos (el Huascarán y el Huandoy). Y ahora imagina el color del agua cambiando a lo largo del día, del verde esmeralda al turquesa.
Para llegar hasta allí hay varias opciones. Una es ir en autobús desde la ciudad de Huaraz, a solo dos horas. Es la opción recomendada para los que no tengan ganas de andar. Pueden pasar allí el día tranquilamente, hacer un picnic y dar una vuelta en canoa. Y para los aficionados al senderismo: las dos rutas míticas de la Cordillera Blanca pasan por allí, la del Santa Cruz, de cuatro días de duración, y la excursión de un día que llega hasta la deslumbrante laguna 69. Yo he tenido la suerte de poder contemplarla en varias ocasiones, concretamente durante estas rutas. Es un espectáculo que no deja de fascinarme, además de convertirme en la estrella del día en las redes sociales. ¡Las fotos del sitio hacen soñar a más de uno y a más de una! En resumen, ¡100% recomendable!