Me gustó muchísimo el sitio de Dougga: es una maravilla arqueológica. Disfruté mucho visitando las antiguas termas monumentales de Caracalla, con su gran frigidarium (baño frío) central.
En Dougga todo es impresionante: el capitolio que domina la antigua ciudad romana con sus masivos muros de varios metros de alto, el teatro dotado de 3.500 localidades y 19 gradas, así como los fascinantes 21 templos esparcidos por la ciudad, dedicados a Mercurio, Neptuno, la Piedad de Augusto, Minerva, Saturno... Te aconsejo reservar un tiempo para recorrer la calzada romana pavimentada que se extiende hacia el este de Dougga, hasta los vestigios del arco de Septimio Severo, frente al acueducto y a las cisternas de Aïn el-Hammam construidas bajo el reinado del emperador Cómodo en el siglo II.
Más al sur, prosigue tu visita hasta la casa de Górgona y el mausoleo líbico-púnico: un célebre monumento de una veintena de metros de altura, con una parte superior singular en forma de pequeña pirámide coronada por la escultura de un león majestuoso.