Disfruté especialmente de mi visita a Houmt Souk, la ciudad más grande de la isla de Yerba. Un lugar fascinante con sus fondouks (caravaneras) tradicionales, sus tiendas de artesanos locales diseminadas por el zoco de la ciudad y las bonitas casas encaladas, sin olvidar su plaza central, de estilo italiano y con un laberinto de calles a su alrededor que le dan a Houmt Souk un encanto especial.
Si te gusta la arquitectura, te recomiendo la visita a los monumentos religiosos de la isla: en Houmt Souk, tómate tiempo para admirar la zaouia de Sidi Brahim, que contiene la tumba de un santo del siglo XVII, y la mezquita de los Turcos, construida en el siglo XVIII, por su espléndido minarete otomano. En Er-Riadh, cerca de Houmt Souk, visita la sinagoga de a Ghriba, del siglo VI: es la más antigua de África del Norte y un importante lugar de peregrinaje judío.
Para disfrutar de la costa de Yerba, recomiendo las magníficas playas de la isla, especialmente, la preciosa playa de Sidi Mahres, de arena dorada y cálida, que se pierde a lo lejos en el mar, y Ras Taguernes, con su larga lengua de arena. Lugares perfectos para un momento de relajación total, incluso para los más deportistas, que podrán practicar deportes acuáticos como el windsurf, el esquí acuático, navegar en catamarán...