Situación de la economía
Quienes hayan venido en el pasado por aquí en un viaje por Benín tal vez se hayan dado cuenta de un ligero cambio, una pequeña mejoría. Benín se ha abierto bastante a los inversionistas extranjeros, la situación no ha mejorado demasiado, y una gran franja de la población continúa atrapada en una tasa de desempleo muy grande y una pobreza que es muy difícil de erradicar.
El puerto de Cotonou puede presumir de ser uno de los más importantes del golfo de Guinea. Al igual que el puerto autónomo de Lomé en Togo, Cotonou se ha beneficiado mucho de la crisis que recientemente ha sacudido a Costa de Marfil, para convertirse en la puerta de entrada de esta pequeña parte del continente africano.
Los diferentes sectores
Para hacernos una idea del paisaje económico de Benín, hay que decir que el sector agrícola a penas representa algo menos del 40% del PIB del país. Desde hace poco ha sido superado por el sector de los servicios, que está en plena expansión y aporta su contribución al PIB en alrededor del 47%.
En cuanto al sector industrial, este tiene grandes dificultades para despegar, constituyendo una pequeña parte de tan sólo 14%.
Respecto a la agricultura, el sector da empleo al 70% de la población, y su producción se basa esencialmente en el algodón, que representa el 60% de las exportaciones. Antes de la crisis actual, esta cifra llegó incluso al 80%. Por lo demás, la agricultura se concentra también en la producción de yuca, maíz, arroz, piña, anacardos y bananas.
La industria sigue siendo el sector en el que Benín está más atrasado. El subsuelo está repleto de recursos minerales como el oro o el hierro, que permanece muy poco explotado. El gobierno solamente está interesado en la piedra caliza y el petróleo.
El turismo es un auténtico sector con futuro. Para desarrollarlo, Benín tendrá que apoyarse en sus grandes maravillas, como por ejemplo Abomey, el Parque Nacional de Pendjari y su reputación como enclave continental del vudú.
