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Congo

El Congo en la actualidad, un país tranquilo

El Congo ha recuperado la tranquilidad y ha empezado a reconstruirse desde los años 90, cuando se enfrentaron las fuerzas de Pascal Lissouba y de Denis Sassou-Nguesso, destruyendo sobre todo la región de Pool. Denis Sassou-Nguesso, presidente de la república desde octubre de 1997 y reelegido en 2002 y en 2009, se ha beneficiado de un contexto económico favorable gracias a los ingresos de la explotación petrolífera y los ha empleado para pacificar y desarrollar el país.

De hecho, la vuelta a la «paz civil» ha permitido aplicar una política de grandes obras en el ámbito de las infraestructuras de comunicación (carreteras, puertos, aeropuertos) y de instalaciones públicas (hospitales, colegios, universidades, estadios...). Actualemnte, el Congo ofrece un aspecto más moderno, que hace que se desarrolle el turismo. Además, se celebraron en Brazzaville los 11º Juegos Africanos.

Transportes sencillos e infraestructuras turísticas poco desarrolladas

El Congo cuenta con los aeropuertos internacionales de Brazzaville, Pointe-Noire y Ollombo, que están renovados, y los aeropuertos secundarios de Dolisie, Ouesso e Impfondo; además, el país ahora tiene carreteras modernas que unen Brazzaville con Pointe-Noire y con Ouesso. Asimismo, el ferrocarril permite conectar las dos ciudades principales del país. En ese aspecto, la visita del país pierde parte de su encanto, pero ganarás en confort y en rapidez.

La estación de Pointe-Noire

Los auténticos mochileros que no se amedrentan ante los contratiempos no tienen de qué preocuparse, porque basta con alejarse de las vías principales para encontrar pistas forestales (a menudo cubiertas de rodadas de coches que se forman después de las lluvias) en las que es casi indispensable usar una piragua para adentrarse en la selva, al norte del país.

Sin embargo, en el Congo no abundan los viajeros, por lo que las infraestructuras turísticas se desarrollan muy lentamente. No te costará mucho encontrar alojamiento en las ciudades, aunque las comodidades no son siempre satisfactorias. También encontrarás dónde alojarte cerca de los parques y de las reservas naturales. Para visitar esos espacios protegidos o zonas remotas, necesitarás los servicios de un guía, que será tu mejor embajador: un intermediario con frecuencia necesario para tratar con las autoridades locales.

Una inmersión en ecosistemas protegidos

El Congo es un destino perfecto para los viajeros curiosos que deseen apartarse de las rutas turísticas tradicionales. Le gustará especialmente a los aficionados a la naturaleza: aquí la selva ecuatorial cubre más del 65 % del territorio y ciertas zonas, en la frontera con Camerún, son apenas accesibles; la zona de Cuvette (rodeada por el gran río Congo y surcada por múltiples afluentes) es una extensa planicie fluvial cubierta por selva inundable; el Mayombe (apartado del litoral) es un macizo forestal más accesible y los 170 km de litoral ofrecen paisajes de contrastes (entre playas y lagunas).

El país tiene poca densidad de población, por lo que sus espacios naturales no padecen los efectos de la actividad humana y muchos parques y reservas están delimitados para proteger a la fauna y la flora: de ese modo, el viajero puede visitar el parque nacional de Conkouati-Douli (en el litoral), la reserva reserva de Léfini (al norte de Brazzaville), el parque de Odzala-Kokoua o el de Nouabalé-Ndoki (al norte), donde se han creado varios santuarios de chimpanzés. ¡Las experiencias que más me han marcado durante mi viajes por el Congo han sido el ritmo de vida y el ambiente de Brazzaville y Pointe-Noire!

Marie TSOUNGUI
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