La ciudad de Asuán me pareció muy tranquila, inundada por una atmósfera que parece recordar las tradiciones nubias. No puedes perderte ver la presa hidroeléctrica a tu paso por Asuán. ¡Es simplemente gigantesca! Su función es regular las crecidas y proveer de electricidad a muchos pueblos que no disponían de ellas, pero lo cierto es que esta presa ha transformado el entorno del país, en especial modificando los limones. Otra consecuencia es que ya no hay cocodrilos más allá de la presa. La torre de la flor de loto recuerda la amistad del país con la Unión Soviética.
Sin embargo, Asuán es también el punto de partida ideal para embarcar en una falúa. Me encantó navegar en este tipo de embarcación, bajo la insistencia de los nubios. Aproveché la travesía para contemplar el Mausoleo de Aga Khan y luego me dirigí a la isla Elefantina. Se trata de un lugar mágico, lleno de flores y palmeras.
Asuán constituye además el punto de partida para visitar el templo de Philae. Hice la travesía en barca a motor. Se trata de un templo romántico muy bien conservado, símbolo del amor. Puede visitarsedurante un viaje por Egipto.
Hay ciudades que permanecen en el corazón y la mente para siempre. Durante mi viaje por Egipto, Asuán es una de ellas. Su recuerdo se guarda en mi memoria de forma indeleble.
Sin embargo no hay nada especial que ver en Asuán, en comparación con otros lugares y monumentos egipcios excepcionales. Pero se siente la sencillez y dulzura de una forma de vida única en el país.
Ubicada al sur del país, en las puertas del desierto, Asuán tiene el aspecto del fin del mundo, de ciudad mágica, de oasis salido de ninguna parte. Me encantó el increible zoco de Asuán, así como el museo de Nubia. No dejes de visitar Elefantina, en medio del Nilo y frente a la ciudad, con sus hermosos pueblecitos nubios.