El punto turístico por excelencia ha conocido tiempos duros después de la crisis de "los tiburones", sin embargo Saint-Gilles-les Bains renace de nuevo con un segundo soplo de aire que vuelve el destino más interesante de lo que jamás ha sido. Incluso si conserva su fama de "Zoreil Land" (la tierra de los blancos de la metrópoli), tiene un paseo marítimo peatonal donde podemos pasear lejos de los coches que saturan el centro de la ciudad.
Los bares de este paseo comparten los gastos para que un grupo de música actúe cada sábado para hacernos llegar su experiencia. Desde el rock a una clase de baile, cada semana puede sorprender a los paseantes con una multitud de géneros.
Come samosas. Estas se transportan fácilmente a la playa de arena blanca donde comenzamos suavemente a meter los pies en el agua. Una parada imprescindible durante un viaje por Isla Reunión.
Uno no va a Saint-Gilles para visitar la ciudad en sí misma. Su puerto, sus pequeñas cabañas criollas son agradables pero hay otra cosa. Durante mi viaje por Isla Reunión me gustó particularmente esta ciudad por dos razones. ¡En primer lugar por sus playas paradisíacas! Las tarjetas postales no tienen nada que envidiar a las playas de arena blanca de Saint-Gilles-les Bains. Palmeras y barreras de coral protegen a los bañistas de los tiburones... Es también un lugar perfecto para la observación de la fauna de colores del océano Índico.
En función de la estación, Saint Gilles es también el punto de partida ideal para ir al descubrimiento de las ballenas durante un safari acuático. Se proponen numerosas excursiones y podrás admirar de mayo a septiembre los mamíferos marinos de los alrededores. En agosto, tuve la oportunidad de observar un par de ballenas y su ballenato jugando en las olas, o incluso unos delfines compitiendo en velocidad con nuestro barco. ¡Un recuerdo mágico!
A destacar que estas excursiones están sujetas a una carta de observación y acercamiento para asegurar el bienestar y la protección de estas especies. Isla Reunión se encuentra en el corazón de un santuario de ballenas internacional, por lo que se esfuerza por no molestar a estas especies en su medio natural.