Me gustó la visita a la casba de la ciudad con sus dos fuertes del siglo XVII; el panorama de la medina desde allí es excepcional. La ciudad de El Kef es un lugar singular por su antigua basílica bizantina del siglo IV, transformada en mezquita en el siglo VIII, después de la conquista árabe.
La medina contiene tesoros escondidos en la sombra de sus calles tortuosas. Toma tu tiempo para contemplar la hermosa colección del museo de las Artes y Tradiciones populares. Este venerable museo, fundado en 1784, en un conjunto religioso sufí, contiene especialmente la necrópolis del líder sufí, Ali ben Aïssa.
Si te gustan los viajes culturales, te aconsejo la zaouïa (escuela religiosa islámica) de Sidi Abdellah Boumakhlouf (del nombre del santo patrón de la ciudad), reconocible por sus soberbias cúpulas blancas brillantes y su minarete octogonal del siglo XIX. A algunos metros de allí, verás la sinagoga El-Chriba, situada en el antiguo barrio judío, el Hara. Más al sur, la iglesia de San Pedro, edificada en el siglo IV, es digna de ser visitada. La ciudad de El Kef es también famosa por sus vestigios romanos, entre ellos las enormes cisternas construidas frente a las termas.