Los brasileños lo llaman Pão de Açúcar porque se dice que tiene la forma del pan de azúcar. En realidad es una reinterpretación portuguesa del nombre que le daban los indios,Pau-nh-Acuqua, que significa «montaña elevada, puntiaguda y aislada».
Para ahorrarme dinero a la vez que hacía un poco de ejercicio, me subí a pie el primer tramo y cogí ya directamente el segundo funicular, que llega hasta la cima. Es un poco más de media hora de marcha por el bosque. No te aventures monte arriba si te cuesta andar. Cuando menos te lo esperas, se pone bastante empinado.
Una vez que llegas arriba, puedes saludar al Cristo Redentor, en lo alto del cerro del Corcovado, y quizá encontrarte con algunos monos traviesos.
¡Es una etapa imprescindible en tu itinerario por esta capital brasileña !
El Pan de Azúcar es una figura imprescindible durante una visita a Río de Janeiro. La vista de la ciudad desde ahí es impresionante y la puesta de sol es verdaderamente espectacular. Si puedes, no vayas en un día nublado: no es lo mismo.
Llegarás allí yendo a Urca, un barrio de Río aislado del bullicio del centro de la ciudad. Dos teleféricos llevan a los visitantes a la cima (normalmente hay que esperar un poco). El primero te llevará a Morro de Urca, reino del shopping turístico. Hay tiendas de recuerdos, restaurantes, e incluso un helipuerto para excursiones aéreas. Una primera escala te ofrecerá una vista majestuosa de la bahía de Guanabara. Desde ahí, el segundo tramo (vertiginoso) nos lleva al punto clave, el Pão de Açúcar. El espectáculo es extraordinario, especialmente por la noche. Observarás la ciudad en una panorámica de 180°. Spot imprescindible para el álbum de fotos de tu viaje a Brasil.
Para los más aventureros: es posible escalar hasta la cima.
Hay varios lugares que ofrecen una vista de Río, pero el Pan de Azúcar siempre ha sido mi favorito. El coste de la entrada (que puedes comprar por anticipado en Internet) es bastante elevado (62 reales, unos 20 euros), pero vale totalmente la pena.
Un primer bondinho (teleférico) te lleva hasta el Morro da Urca, donde un segundo te permite alcanzar la cima del Pan de Azúcar, con una altura de casi 400 metros: uno no puede más que maravillarse a medida que va subiendo. Se ofrece a nuestros ojos una vista de 360º de la ciudad: la bahía de Guanabara, Urca, Flamengo, el Cristo del Corcovado, el Centro, Copacabana, el "ballet" de los aviones despegando y aterrizando en el aeropuerto Santos Dumont... Un circuito permite recorrer el Pan de Azúcar para observar las vistas desde diferentes ángulos. También podemos encontrarnos con los pequeños monos ardilla.
Antes de descender, me gusta descansar en uno de los bancos instalados por casi toda la parte inferior del Morro y tomarme un helado o una cerveza mientras contemplo la puesta de sol. Te garantizo que te costará marcharte.