Marruecos, un país con costa y montaña, está repleto de carreteras a lo largo de las cuales es posible contemplar paisajes magníficos y familiarizarse con la historia del país. Recorrer sus grandes arterias o los pequeños caminos pedregosos de montaña te permitirá conocer a los lugareños y descubrir todas las caras de Marruecos.
Una de las carreteras más conocidas es la que conecta Marrakech con Uarzazate a través del paso de Tizi n'Tichka. Durante los casi 200 km que separan ambas ciudades podrás observar unas vistas fascinantes a los valles del Alto Atlas y las cumbres nevadas. Mientras recorres sus curvas sinuosas sentirás como si no hubiera nadie más en el mundo.
Si prefieres ver de cerca el azul de los mares, te recomendamos viajar por las carreteras que conectan Tánger y Nador. A lo largo de estos 400 km de costa podrás descubrir el litoral marroquí y los pueblos que lo salpican, una escapada que cautivará a los amantes de la fotografía.