Si te apetece aprovechar el viaje para dedicarte tiempo y relajarte por completo, Marruecos es un destino excelente. El relax es un verdadero arte en el país y tendrás la ocasión de dejarte llevar durante un masaje o una sesión de hamán en Marrakech. El calor de las 3 o 4 cámaras de temperatura ascendente dilata los poros de la piel para expulsar las impurezas y relaja los músculos. Una sesión de hamán es especialmente beneficiosa si has pasado varios días caminando o montando en bicicleta. Si buscas una actividad más inusual, en Merzouga podrás disfrutar de un baño de arena. Pasarás entre 5 y 20 minutos enterrado en la arena caliente, de forma que la transpiración eliminará el exceso de agua de tu organismo, pero también las toxinas y la grasa.
Durante tu viaje a Marruecos también podrás descubrir los secretos de fabricación de algunos productos cosméticos. ¿Te apetece visitar un taller de aceite de argán? Este aceite rico en vitamina E, que se elabora únicamente en Marruecos, es ideal para pieles secas. Igualmente, podrás visitar un taller de jabón negro y descubrir uno de los productos tradicionales del norte de África, que puede utilizarse tanto para el cuerpo como para la casa.