Ziguinchor es una ciudad tranquila que se extiende a orillas del río, al sur de Senegal. Además, es la capital de la región de la Casamance y tiene el encanto del pasado.
Aconsejo:
Observa cómo se manejan las piraguas en el embarcadero del río Casamance y súbete en una barca colectiva para explorar uno de los pueblos de los alrededores.
Mi opinión
Considero que Ziguinchor es un buen punto de partida para visitar la región de la Camasance, sus múltiples bolones de manglar y sus pueblos. Es una ciudad apacible, como domesticada, que parece haber vivido en el pasado una era de gloria y amor de la que actualmente solo queda una amante melancólica. A menudo hace mucho calor y, como no es posible bañarse en el río, considero que es muy agradable refrescarse en la piscina del hotel Kadiandoumagne y cenar en un entorno romántico en el muelle del restaurante (en el río).
Por la mañana, me iba a comprar pescado fresco o gambas gigantes a los vendedores ambulantes que se colocan delante del puerto y a comprar fruta y verdura al agradable mercado cubierto del centro de la ciudad. Te recomiendo que visites las impresionantes plantaciones de mangle en los manglares que se encuentran en torno al pueblo de Tobor, a pocos minutos en coche de la ciudad.
Por la tarde se anima la ciudad gracias a los bares del barrio, donde podrás bailar al ritmo de las bandas locales mientras degustas un bounouk, el vino de palma de la zona. Generalmente, le aconsejo a todos aquellos que quieran escuchar buena música que vayan a ver la excelente programación musical del Institut Français de Ziguinchor, que ofrece siempre conciertos de calidad.
