El pueblo de Purmamarca se encuentra en una ubicación ideal, en la carretera entre Salta y los pueblos más septentrionales de Tilcara y Humahuaca. A pocos kilómetros se encuentra un sitio imprescindible del noroeste argentino: Salinas Grandes.
Llegando a Purmamarca, me sorprendió y me cautivó este pueblo con ambiente de Lejano Oeste: aire seco, polvo y casitas bajas de adobe. Este pueblo, muy frecuentado durante el día, se queda de nuevo tranquilo al caer la tarde. Ese es mi momento preferido.
La visita obligada de Purmamarca es, por supuesto, el Cerro de los Siete Colores, que domina el pueblo desde lo alto de sus laderas multicolores y variopintas. Es la formación geológica más impresionante de la región. Durante tu visita a Purmamarca, te recomiendo tomar el sendero que rodea la colina, bien al amanecer o al atardecer. ¡El espectáculo es grandioso, te lo garantizo!
Purmamarca está en una ubicación ideal. En el centro de la Quebrada de Humahuaca, una de las regiones más bonitas y sorprendentes de Argentina, es muy agradable pasar allí la noche tras un día de carretera. El pueblo es muy pequeño, pero no por ello carece de encanto. Me pareció que el ambiente que se respiraba era muy tranquilo. Hay turistas sobre todo por la mañana, ya que van a visitar el Cerro de los Siete Colores, pero, de pronto, al caer la tarde, cuando dejes la maleta en uno de sus pequeños y auténticos hoteles, ya que has tenido la gran idea de pasar allí la noche, es un auténtico placer pasear por sus callejuelas, con las colinas rojizas de fondo. Una agradable experiencia durante un viaje por Argentina, en mi opinión.
Su origen se remonta al siglo XVI. La ciudad se encuentra sobre la antigua ruta de los incas. Sus principales atracciones son su pequeña iglesia y su casco antiguo, donde tiene lugar el mercado de artesanía. Es típico, refinado, exquisito, ¡y muy tranquilo! Conservo recuerdos muy agradables de allí.
Durante mi viaje a Argentina, comencé mi ruta por el noroeste del país partiendo desde Chile. Al hacer una parada en el pequeño poblado de Purmamarca, descubrí el lugar más increíble de toda la Quebrada de Humahuaca, el Cerro de los Siete Colores.
Tonos violetas, amarillos, verdes, azules, rojos, rosas y beige en una misma montaña. Algo increíble. ¿Cómo es posible que exista una maravilla así? Es realmente espectacular. Una vez que llegues, te recomiendo que comiences haciendo un recorrido por el Paseo de los Colorados. 3 kilómetros a lo largo de un camino que rodea esta paleta natural gigante. Dependiendo de donde te encuentres, el sol ilumina la montaña de un modo distinto, dando diferentes matices a cada color del cerro.
Tras esto, lo ideal es ascender hasta la cima del Cerro Morado y alcanzar así la altura necesaria para poder vislumbrar completamente el paisaje que ofrecen el pueblo y el Cerro de los Siete Colores. Pero cuidado, las violentas rachas de viento hacen que en ocasiones la ascensión pueda llegar a ser realmente peligrosa. Sin embargo merece la pena, al llegar arriba descubrirás una maravilla de la naturaleza que te dejará sin aliento. ¿He dicho ya que es increíble? Ah sí, ¡no me canso de repetirlo!