El desierto de Agafay y sus dunas blancas, a menos de una hora de Marrakech, son un auténtico tesoro oculto. Su oasis, conocido como el "oasis encantado", es el lugar perfecto para refrescarse. Al caer la noche, la arena infinita es ideal para observar el cielo. Disfruta de una estancia en plena naturaleza en el ecolodge Terre des Etoiles.
Un guía local podrá enseñarte este lugar, así como las iniciativas creadas para vincular a la población con las actividades turísticas en un ambiente de respeto por los habitantes y el entorno. Los amantes de la gastronomía podrán pasar la noche en una gran tienda bereber y disfrutar en ella de una cena de excelente calidad. Podrás probar todos los sabores de los platos tradicionales elaborados en la hoguera de leña. La comida suele estar amenizada por un grupo de músicos, que te harán sentirte como en un festín real.
Cuando sea totalmente de noche, podrás mirar por el telescopio con un astrónomo, que te ayudará a descifrar el cielo. Este experto dará vida a los mitos y leyendas asociados a las distintas constelaciones, que podrás distinguir perfectamente lejos de la contaminación lumínica de las grandes ciudades. Con el telescopio podrás contemplar muy de cerca los cráteres de la luna, las bandas de Júpiter o incluso un sinfín de cuerpos celestiales, como estrellas, nebulosas, cúmulos estelares e, incluso, galaxias.