Tras unas pinceladas de las posibilidades que tienen los viajeros con movilidad reducida, te das cuenta de que, organizándote bien, ¡todo es posible! ¿Estás preparado/a? ¡Pues vámonos al país de los incas!
Lima es una ciudad densa y superpoblada donde las aceras no siempre son funcionales, pero puedes recorrértela en taxi. Las zonas como Miraflores o Barranco no deberían ser un problema. Aparte de la capital, hay ciudades como Arequipa, Cuzco, Puno o Chiclayo, con cascos antiguos preciosos y totalmente accesibles, incluso para quienes tienen movilidad reducida.
Perú tiene una de las siete Nuevas Maravillas del Mundo, la famosa Machu Picchu. Todos los viajeros que visitan Perú se mueren por ir. Es verdad que no será tan fácil explorar cada rincón si se tiene una discapacidad, pero es importante no darse por vencidos. ¡Con un poco de voluntad, todo es posible! Lo que sí recomendaría es llegar temprano, antes de las 10:30 h. Habrá muchísima menos gente, lo que facilitará la visita.
Viajar en autobús puede ser un desafío adicional. Si estás planeando recorrerte el país por carretera, te aconsejo ponerte en contacto con una agencia especializada. A veces, el piso de abajo está acondicionado para la primera clase y es cómodo y espacioso. En cuanto a los aeropuertos, hay en prácticamente todas las ciudades turísticas, lo que facilita mucho el transporte entre ellas.
En resumidas cuentas: no hay que tachar de la lista ninguna actividad. Todo es factible, solo que con un poco más de previsión. Por ejemplo, puedes incluir tranquilamente en tu itinerario el Mirador del Cóndor, el Valle Sagrado, los viñedos de la región de Ica, las líneas de Nazca y las islas Ballestas, entre otros destinos.