Igual que en Fuerteventura, decidí explorar la isla de Gran Canaria recorriéndomela a pie. Seguí un trazado que iba directo de Gáldar (al norte) a la playa de Maspalomas (al sur) atravesando la zona montañosa central.
Un poco más al sur de Gáldar el paisaje sigue siendo verde. Moldean el relieve las plantaciones en terrazas y los pastos, por los que ves algunas ovejas pastando tranquilamente. Hacia el centro de la isla, las montañas se hacen cada vez más escarpadas. También pasé por Roque Nublo, una roca enorme que se alza majestuosa en medio del paisaje. Luego se terminan los pinares y la vegetación va desapareciendo hasta dejar solo roca desnuda. ¡El paisaje es cada vez más impresionante! A partir de ahí el sendero empieza a descender hasta la playa de Maspalomas, donde te puedes dar un bien merecido baño. Es una ruta fantástica para los aficionados al senderismo.
Esta es claramente la isla más sorprendente y singular de todo el archipiélago canario. Y es que les sale ganando a sus vecinas en su diversidad de paisajes y vegetación: desde las playas de arena fina y cocoteros hasta las montañas de vegetación exuberante, pasando por las dunas de arena e incluso cultivos extensísimos, escalonados en terrazas.
Gran Canaria es una isla maravillosa. Me alquilé una motillo, el medio de transporte ideal para pasear y sondear su increíble variedad natural. En cambio, a los más deportistas les recomiendo alquilar bicis. Durante mi viaje a Canarias me crucé con mogollón de turistas en bici, hasta familias con niños.
Si puedes, ve a echar un vistazo por la increíble marina de Las Palmas de Gran Canaria, una puerta abierta al Atlántico por donde transitan todos los años durante la temporada cientos de veleros de navegantes a punto de lanzarse al océano.
Cuando estuvimos en Gran Canaria, nos recorrimos la isla en coche. Visitamos Las Palmas. Es la ciudad más grande, cosmopolita y animada. Tiene un puerto bastante grande.
El barrio de Vegueta es el más antiguo. Está catalogado por la Unesco como patrimonio mundial de la humanidad desde 1990 por su arquitectura colonial tan excepcional.
Después nos hicimos toda la costa de norte a sur. Durante este recorrido vimos dunas con un fondo de montañas verdes, pueblecitos como Santa María de Guía, con sus calles empedradas, puertos que aprovechan el hueco de las entradas naturales del mar... Luego llegamos al final de la carretera, en el Puerto de Mogán. El centro de la isla es muy diferente a la costa. Tiene un clima más fresco y allí la naturaleza es la reina.