No cansados con las flores naturales que crecen por todas partes en la isla, diferentes jardines permiten disfrutar todavía más de la suavidad de la isla y ver la adaptación de la vegetación tropical a la isla. También es la ocasión para descubrir la selva primaria o laurisilva.
Durante un circuito por Madeira, no olvides tus zapatos deportivos para disfrutar de un paseo. Es la ocasión de descubrir la exuberante flora de la isla. Los caminos son muy frecuentados y están bien mantenidos, y te esperan hermosas sorpresas.
Madeira, la isla florida, te abre sus brazos con unas temperaturas que oscilan alrededor de los 25ºC durante casi todo el año. La isla no es demasiado grande, y podrás recorrerla durmiendo en su ciudad principal, Funchal, y en sus cercanías, donde te esperan hermosos pueblecitos, folclore y jardines floridos.