A 500 km de las costas marroquíes y a 1000 km de Lisboa, Madeira se descubre con total tranquilidad siguiendo sus "levadas" y sus pequeños puertos pesqueros, con temperaturas generosas en cualquier estación. Su variedad botánica y floral y su estilo de vida relajado la convierten en un excelente destino turístico. Muchos europeos jubilados se instalan ahora aquí.