No hay una mala época para ir a Madeira. El clima es allí, en efecto, muy suave todo el año. La temperatura no baja jamás de 13 grados y es de 20 grados de media. La temperatura del agua es muy agradable igualmente, entre 17 grados en febrero y 22 grados en septiembre. Vamos, por tanto, cuando queremos: en febrero o marzo para descubrir los colores de la primavera, en abril y mayo para admirar la belleza de los jardines... Te gustará el encanto de la isla de las flores, sus montañas y sus viñedos a lo largo de todo el año. Un pequeño consejo de todos modos: evita ir durante el verano, ¡evitarás los baños de multitudes!