Parques naturales, capitales que rezuman historia y muchas paradas dentro de un itinerario en donde tú marcas el ritmo son algunos de los atractivos de recorrer los países bálticos en bicicleta. Este rincón del norte de Europa está formado por Estonia, Letonia y Lituania, en donde la naturaleza se combina con ciudades como la bellísima Tallin o Vilna. Las rutas en bici por estos países te acercarán a los lugares más populares, pero también a otros más remotos. Desde los profundos bosques de Estonia a las calles medievales de Tallin, lo que se va a abrir ante tus ojos con cada pedaleo es un paisaje repleto de matices y contrastes en el que la naturaleza, el agitado mar Báltico y los monumentos te conquistarán para siempre.
Una buena manera de viajar en bicicleta en países bálticos es empezar por una ruta integral de varios cientos de kilómetros que atraviesa todas las zonas del Báltico. Comienza en las propias calles de Vilnius y recorre su casco histórico, declarado patrimonio de la humanidad, y muy accesible desde el asiento de tu bici. Desde allí, continúa por el cercano parque nacional de Pavilniai con unas cataratas espectaculares. En Letonia, la siguiente parada, se extiende un recorrido que se abre paso a lo largo de más de 250 km por el río Anykčiai y que muestra algunos de los rincones más interesantes del país. A continuación, Tallin, la capital de Estonia, y lugares como la fortaleza de Toompea o la catedral ortodoxa harán que tu visita sea inolvidable. La bicicleta te dará la libertad de detenerte en donde quieras y disfrutar de un itinerario hecho a tu medida. Y con la ayuda de las agencias locales de Evaneos, el camino lo haces tú.
Letonia, Estonia o Lituania tienen unas características del terreno que parecen estar pensadas para que cualquiera pueda montarse en una bici y disfrutar al máximo de cualquiera de sus zonas. Una buena ruta para llevar a cabo con toda la familia es la que se limita a las grandes capitales. Los recorridos en bici por Tallin o Vilnius son muy cortos, ya que normalmente no superan los 10 km, de modo que son accesibles a todos. La ruta de varias etapas por el río Anykčiai de 250 km sí es un poco más exigente, pero tampoco representa ningún obstáculo y te llevará por paisajes naturales de alto valor.
El periodo que va de mayo a septiembre es el momento ideal para que los países bálticos se conviertan en el escenario de tu viaje en bici. El verano en el Báltico es suave y agradable, por lo que la temperatura es perfecta para los desplazamientos en bicicleta sin tener que preocuparte del calor, la lluvia o cualquier otra condición que te haga sentir incómodo. Las ciudades tienen mucho encanto en esta época, pero es en la naturaleza donde vas a descubrir una explosión de colores y verdor a la que no puedes renunciar. Consulta nuestra guía para saber con más detalle cuando viajar a los Países Bálticos.
Al planificar tu viaje a Países Bálticos, tienes que tener bien claro lo que quieres visitar y hacer. Al estar situados al norte de Europa, los inviernos de esta región suelen venir acompañados de temperaturas bajo cero, nieve y otras condiciones. Eso sí, estos países no tienen para nada un clima extremo debido a la presencia del mar. En este sentido, si lo que quieres es explorar las grandes capitales de la región, los meses de octubre y noviembre son una buena opción para viajar lejos de las grandes aglomeraciones de turistas y visitar Riga, Vilnius o Tallin con mayor tranquilidad.
Por otro lado, si lo que buscas es disfrutar de actividades al aire libre, como las visitas a parques naturales o las rutas en bici, los mejores meses para viajar a estos países son los que van de abril a septiembre. En ellos el clima es muy suave y no te quedarás sin ver ningún paraje natural por culpa del frío o la lluvia. Eso sí, julio y agosto son meses de temporada alta, por lo que debes hacer tus reservas cuanto antes. Lo mejor de estos dos meses es que podrás conocer la costa báltica teniendo incluso la posibilidad de disfrutar de sus playas, algo que no puede hacerse en otras épocas del año debido a las bajas temperaturas.