Inscrito en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO, el delta del Danubio es una magnífica y salvaje región que debe constituir una etapa que no debe faltar en un itinerario rumano. Tras un recorrido de 2.800 km atravesando una decena de países y antes de desembocar en el mar Negro, el Danubio, que ya tiene un tamaño considerable, se divide en numerosos meandros que crean una zona natural excepcional: pantanos, bancos de arena, muchos islotes y sobre todo una fauna y una flora excepcionales. El parque nacional del delta del Danubio alberga 160 especies de aves, ¡un verdadero paraíso para los ornitólogos!
Aprecié particularmente mi estancia en el lugar, sobre todo subir a una embarcación de pescadores para explorar los meandros del río más largo de Europa. Una excelente experiencia rumana.
Uno se pasea en un barco a través de un laberinto acuático, el delta del Danubio contiene una fauna y flora increíbles. Con sus extensiones de lagos y arena, sus pantanos, sus miles de especies vegetales y animales, el delta es un paraíso salvaje donde debemos detenernos, escuchar y observar.
Lentamente exploramos las aguas, los nenúfares, los juncos y cañas... Este universo tiene una gran belleza natural. En las orillas, se mezcla una gran diversidad de árboles y se ven pequeñas casas, chozas rústicas de los pescadores. Numerosos rumanos vienen, en la temporada permitida, para pescar carpas, percas, lucios, esturiones y peces gato gigantes. ¡Ni qué decir tiene que tus comidas a base de pescado a la parrilla serán deliciosas! El delta es también famoso por sus numerosas especies de aves que pude observar a lo largo de mi circuito: patos, pelícanos, cisnes, garzas y muchos más.
Para ir allí, los turistas pasan a menudo por Tulcea, puerta del delta. El delta del Danubio se divide en tres brazos principales: Chilia, Sulina y Sfântu Gheorghe. Es una de las zonas mejor acondicionadas del país y el delta mejor conservado de Europa. Con el cambio de las estaciones, los colores varían pero permanece la sensación de ambiente atemporal.
Dormir una noche allí es, sin duda, una experiencia que hay que probar pero nada como la puesta de sol en la barca con los cantos de los pájaros, es un momento único y relajante. El delta del Danubio es, a mi parecer, una etapa imprescindibledurante tu viaje por Rumanía.