Hace ya algunos años que llegué a Camboya, por entonces ya había recorrido gran parte del sudeste asiático y había vivido infinidad de anécdotas en esta parte del mundo. Aún no tengo muy claro que es lo que ocurrió pero me enamoré perdidamente de esta tierra, de sus gentes, de sus templos, de su cultura. Tanto me gustó el país que decidí fijar mi residencia en Camboya y dedicarme a enseñar todos esos pequeños rincones a todos las personas que como tú quieran descubrir un lugar absolutamente espectacular.