Galle, una preciosa ciudad de Sri Lanka, es un mosaico cultural formado por los distintos pueblos que la han habitado. Sus restos coloniales, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se han conservado con sumo cuidado : podrás visitar la ciudad en bicicleta sin que te molesten los coches, cuyo acceso está prohibido. Te recomendamos dar un paseo en bicicleta por el centro histórico, en el que se mezclan los monumentos construidos por los portugueses con los edificios de estilo asiático o británico. Si te adentras por las callejuelas de las fortificaciones, podrás descubrir el faro y la torre del reloj, construidos en el siglo XVI.
La arquitectura de Galle presenta una fuerte influencia holandesa.Prueba de ello es Groote Kerk, la iglesia neerlandesa reformada, y la antigua residencia del gobernador holandés, convertida hoy en un hotel desde el que se puede contemplar el océano Índico.
Si prefieres los paisajes naturales a los urbanos, te gustará dejar atrás la ciudad y rodearte de naturaleza duranteun crucero por el río Madu Ganga. Con esta excursión, a menos de 50 km al norte de Galle, podrás ver de cerca los impresionantes manglares. No olvides llevar tu cámara para inmortalizar tu encuentro con los animales salvajes que habitan este paraíso natural.