Ideas de viajes organizados a Roma y su región
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Roma, la Ciudad Eterna, la capital de Italia y la ciudad más importante del imperio más grande de la historia de la humanidad. Un lugar que, al menos, hay que visitar una vez en la vida para conocer el Foro Romano, el Coliseo y el Vaticano. Sin embargo, cuenta con muchos secretos escondidos que solo podrás conocer a través de un experto o una experta local. Es el caso, por ejemplo, de la Cerradura de los Caballeros de Malta o del Quartiere Coppedè.
Por su lado, hay muchas razones por las que viajar a Roma y su región. La primera de ellas es que, probablemente, no hay una ciudad en el mundo que haya conservado mejor el patrimonio de su época de mayor esplendor. Además, aquí se encuentran las iglesias más bonitas del planeta, como es el caso de la Capilla Sixtina y de la Basílica de San Pedro de Roma, en la Ciudad del Vaticano. Pero, si deseas pasar una semana en el centro de Italia, hay otros muchos lugares menos conocidos como Abruzzo o Viterbo. Sin duda, con una agencia de viajes local tendrás la posibilidad de visitar todos estos lugares y de vivir experiencias únicas.
Nuestras agencias son realmente locales. Y eso cambia todo.
Visitar Roma es acudir a la ciudad que, probablemente, mayor número de monumentos tiene por metro cuadrado. Los restos de la muralla aureliana, el Panteón, el Arco de Constantino, el Coliseo, la Fontana di Trevi... hay mucho para ver. Además, está rodeada de lugares tan emblemáticos como el Parque Arqueológico de Ostia Antica o Tívoli, la ciudad de veraneo de la antigua Roma. Las agencias locales de Evaneos te permitirán conocer todos estos lugares y, además, descubrir lugares muy interesantes fuera de los circuitos turísticos masificados.
Si vas a Roma, hay algunas tradiciones que debes cumplir. La primera es arrojar una moneda a la Fontana di Trevi, lo que significa que regresarás algún día. Otra es introducir la mano en la “Boca de la Verdad”, una máscara de mármol que se encuentra en la iglesia de Santa Maria in Cosmedin. La leyenda dice que, si mientes, la perderás. Sin duda, la gastronomía es otro de los grandes atractivos de la capital italiana. No dudes en reponer fuerzas en sus trattorias tradicionales con pizzas, pastas y tiramisús. Y, si es verano, prueba el famoso gelato. En este sentido, las agencias locales de Evaneos también pueden ayudarte a vivir experiencias inolvidables y poco conocidas por el gran público, que se adapten exclusivamente a tus gustos.
Todo depende de qué busques en tu escapada a Roma. Los meses de julio y agosto hay una gran afluencia de turistas y, además, hace mucho calor. Eso sí, si quieres realizar excursiones en Abruzzo y deportes al aire libre, es la mejor época. Asimismo, en invierno el frío también suele ser bastante intenso. En cambio, en los meses de primavera y otoño las temperaturas son bastante templadas y no hay tantas visitas. Salvo que programes tu viaje para la Semana Santa, en cuyo caso la urbe estará abarrotada de fieles. Ten en cuenta que aquí se encuentra la capital de la Iglesia Católica.
Roma cuenta con dos aeropuertos internacionales que suponen las principales vías de entrada a la región. El de Roma-Fiumicino, también llamado Aeropuerto de Leonardo Da Vinci, está a 30 kilómetros. En cambio, el de Roma-Ciampino, que es conocido como Aeropuerto Giovanni Battista Pastine, está algo más cerca y suele ser donde operan las aerolíneas de bajo coste. Desde ambos podrás llegar al centro en taxi, tren (Leonardo Express y Tren Regional) y autobús.
A la hora de visitar Roma y su región has de tener en cuenta que el verano está considerado como la temporada alta. De hecho, los meses de julio y, sobre todo, de agosto son aquellos que reciben un mayor número de visitantes. Así que, a no ser que quieras conocer los parajes naturales de la región con el propósito de disfrutar de sus playas o de hacer deportes al aire libre, es recomendable que elijas otras épocas que te permitan evitar las multitudes.
Es el caso, por ejemplo, de los últimos meses de la primavera y de los primeros del otoño. En concreto, mayo, la primera quincena de junio, la primera quincena de septiembre y las primeras dos semanas de octubre. En esas fechas, las temperaturas son bastante más templadas, abundan los días de sol y el número de visitas que recibe Roma y su región es bastante más reducido. Por tanto, tendrás la posibilidad de conocer sus principales monumentos de manera más tranquila y sosegada.
Pero, ¿y el invierno? La Navidad es otro buen momento para conocer Roma. Sin embargo, has de saber que muchos fieles eligen ese mes para disfrutar de la fiesta más importante del año en la ciudad más importante para la Iglesia Católica. Algo similar sucede durante la Semana Santa, que cae cada año entre los meses de marzo y abril.
Los transportes para llegar a Roma y su región no están incluidos en el precio de su viaje. Puedes reservarlos fácilmente en cualquier momento a través de uno de nuestros socios.