Todavía en los años 1950, Madeira era muy pobre y sufría una fuerte tasa de emigración de su población. El archipiélago, sin embargo, ha logrado levantar cabeza en los años 90, gracias especialmente a los subsidios europeos y al fuerte desarrollo del turismo. ¿Cuál es el rostro de Madeira hoy?
Una región autónoma
La "región autónoma de Madeira" (nombre oficial) es un archipiélago constituido por 8 islas, de las cuales la más grande es la denominada "isla de Madeira", con una superficie de 727 km² (alrededor de 24 km de ancho por 55 km de largo).
Aunque portuguesa, Madeira se encuentra a casi 1000 km de Lisboa, en el océano Atlántico, frente a la costa de Marruecos. "Descubierta" por los portugueses a comienzos del siglo XV, el archipiélago será también ocupado por los españoles y los ingleses antes de convertirse en una provincia autónoma de Portugal en 1976. Madeira gestiona sus propios presupuestos y tiene su propio gobierno. Salvo por la política exterior y defensa, el archipiélago es, pues, relativamente independiente de la metrópoli.
En 1986, Portugal se convierte en miembro de la Unión Europea y Madeira va a poder beneficiarse de subvenciones europeas que van a contribuir significativamente a su desarrollo. En los años 1990 y 2000, la isla se moderniza especialmente con la construcción de una vía rápida que la recorre y con construcciones inmobiliarias.
Gracias (¿o a causa de?) a esta modernización, Madeira conoce hoy los problemas medioambientales típicos de los países ricos: contaminación, deforestación en favor de los bienes raíces, deconstrucción de los paisajes, etc.
El turismo, un recurso económico importante
Si bien la agricultura constituye el primer recurso económico de Madeira (bananas, caña de azúcar, flores, vino, etc.), la parte del turismo no se puede olvidar porque representa el 20% del PIB.
Durante el siglo XIX, Madeira se convirtió en un destino de moda para los ricos europeos, atraídos por la suavidad del clima y la calidad de vida que ofrece el archipiélago.
Durante los años 90, todo se acelera con la modernización de las infraestructuras y del aeropuerto de Funchal: este se internacionaliza en 1999, permitiendo así acoger vuelos regulares europeos. Hay que decir que Madeira presenta serias ventajas : temperaturas suaves todo el año, riqueza de su flora (el archipiélago se denomina el "Jardín del Atlántico"), playas y montañas volcánicas, senderos para la marcha, deportes náuticos, artesanía... Pero como ocurre con todo, el turismo tiene sus límites, especialmente ecológicos. ¡Buen descubrimiento!
