El hecho de que se trate de una república de nueva creación no quita que la historia de Montenegro sea muy movida, como la de todos sus países vecinos que formaban hasta hace poco Yugoslavia. Pueblos griegos, seguidos de celtas y romanos ocuparon este territorio a partir del siglo VI a. C. J-C. Las tribus eslavas comienzas a instalarse en la zona a finales del siglo VII d. C. J-C. Hoy día, el destino del estado más pequeño de los Balcanes, tanto en superficie (13 812 Km²) como en población (menos de 700 000 habitantes) está fuertemente ligado al de la Unión Europea.
Desde la Antigüedad hasta el Imperio otomano
Montenegro formaba parte de la provincia romana de Iliria. Cuando los serbios se instalaron en la península balcánica durante el siglo VII, la región formó entonces un principado dependiente del reino de Serbia, tomando el nombre de Zeta. Luego siguió un periodo de independencias y dominios por parte de distintos reinos serbios, etapas que se fueron sucediendo durante la Edad Media, antes de que el país cayera bajo las manos del sultanato otomano, a finales del siglo XV.
El dominio otomano
En 1499, Montenegro queda sometido a la autoridad otomana, tras casi un siglo de resistencia. La dinastía de los Crnojević se refugia en Cetinje (Cetiña), al centro del país: esta ciudad se convierte en capital de Montenegro. La región costera queda en manos turcas, pero su dominio se debilita durante el siglo XVI.
En 1702, los musulmanes fueron víctimas de episodios de masacre. Tras ello, el zar de Rusia, Pedro el Grande, firma una alianza con Montenegro para luchar contra los turcos, a quienes acaba de declarar la guerra.
En 1852, Danilo II logra rechazar los ataques otomanos con la ayuda de Austria. En 1859, una comisión internacional se encargó de delimitar las fronteras de Montenegro. Tras nuevos ataques, el príncipe Nicolás I logra rechazar definitivamente a los turcos y hace que se reconozcan las fronteras y la independencia del país en 1878.
Montenegro en el siglo XX: el camino hacia la independencia
Tras la independencia de 1878, Montenegro se convierte en una monarquía soberana sometida a la autoridad del rey Nicolás I. En 1905, ordena redactar una constitución e instaura un parlamento antes de proclamar, en 1910, el nacimiento del "reino de Montenegro".
Montenegro combate en el bando de los aliados durante la primera guerra mundial. Al disolverse el Imperio otomano, Montenegro se convierte en un territorio del reino de Serbia, antes de unirse al Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, formando así el Reino de Yugoslavia en 1929.
El país queda sometido a la ocupación alemana durante la segunda guerra mundial. Cuando los alemanes se retiran, en 1944, los partidos comunistas toman el control: la República Socialista de Montenegro se convierte entonces en una de las repúblicas federadas de la República Federal Popular de Yugoslavia, más tarde, a partir de 1963, bajo Tito, en un estado de la República Federal Socialista de Yugoslavia. A finales de la década de los noventa, los países que componen Yugoslavia declaran su independencia, provocando numerosos conflictos en la región.
En 2002, los tratados de Belgrado deciden cambiar el nombre de Yugoslavia por Unión Estatal de Serbia y Montenegro Cuatro años más tarde, motivado por su deseo de entrar rápidamente en la Unión Europea, Montenegro logra su independencia tras someter esta cuestión a voto en un referéndum.
El parlamento aprueba el día 3 de junio de 2006 una resolución que proclama de manera oficial la independencia del país. Dos días más tarde, Serbia declara su propia independencia, reconociendo asimismo la existencia de Montenegro, que se convierte en el país más pequeño de los Balcanes.
El 22 de junio, Montenegro se convierte en el quinto estado miembro de la OSCE. El 28 de junio es admitido como miembro número 192 de la ONU. El 15 de diciembre de 2008, el país solicita oficialmente su entrada en la Unión Europea. Se realizan toda clase de esfuerzos de índole social y económica en el momento actual, de cara a una cercana adhesión.
