Tailandia es un verdadero terreno de juego para los deportistas y los amantes de la adrenalina. En barco desde Ao Nang, puedes llegar a la playa de Railay, donde descubrirás el mundo secreto de los escaladores. En sus acantilados se dibujan miles de vías de escalada, destinadas tanto a los principiantes como a los más experimentados. Siente la roca calcárea bajo tus manos y date la vuelta para contemplar el azul turquesa del mar de Andamán.
En el norte del país, a una hora de carretera de Chiang Mai, podrás vivir una aventura sin igual: en una tirolina tendrás la oportunidad de saltar de árbol en árbol tal y como hacen sus curiosos primates. Las tirolinas del Flight of the Gibbon te llevan a distintas plataformas. El guía se detiene en cada una de ellas y te cuenta algo más sobre la fauna o los programas de conservación de la naturaleza. Esta experiencia mágica continúa con un paseo hasta la cascada de Mae Kampong.
El «país de las sonrisas» también le encantará a los amantes de los deportes náuticos. Tu agente de Evaneos podrá aconsejarte sobre los lugares a los que puedes llegar remando. ¿Te animas a descubrir las inesperadas rutas de Krabi? Ponte tu bañador y súbete a una canoa para penetrar en el manglar y en los cañones de Ao Thalana, hasta alcanzar el azul turquesa del mar de Andamán. Navegando tranquilamente y sin molestar, podrás ver monos, varanos e incluso cangrejos.