
Cabo Verde ganó su independencia en 1975, con la Revolución de los Claveles. Se trata de un país que, hasta la llegada de los navegantes europeos y su colonización por parte de los portugueses, se encontraba prácticamente deshabitado. Como en muchos otros países africanos, se instauró aquí un régimen de partido único de inspiración marxista antes de una apertura al multipartidismo en 1990. Los tiempos han cambiado mucho desde entonces; podrás constatarlo durante tu viaje por Cabo Verde.
Al ganar las elecciones presidenciales de 2011, Jorge Carlos Fonseca dio la sorpresa: se trataba del candidato del Movimiento por la Democracia (MPD), principal oponente del Partido Africano de la Independencia de Cabo Verde (PAICV), el cual domina la esfera política desde su creación en el año 1956 con el nombre de Partido Africano por la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC). Las elecciones legislativas de 2011 las había ganado el PAICV, por lo que entonces se abrió un periodo de cohabitación entre estas dos fuerzas políticas, que sin embargo no dio lugar a dificultades insuperables. La edad de la madurez política, en efecto.
Estos avances democráticos no han eliminado todos los problemas del país, es cierto (puede haber robos y agresiones, por lo que has de extremar la precaución); por otro lado, el nivel medio de vida es todavía bajo, ya que la economía se apoya sobre todo en el turismo, y depende mucho de la coyuntura internacional.
La población caboverdiana es joven (un 32% de sus habitantes tiene menos de 15 años) y crece a un ritmo estable. Aunque el nivel de vida sigue siendo relativamente bajo, el dinamismo experimentado por la economía ha permitido reducir el nivel de paro, descendiendo del 21% de la población activa en 2001 hasta un 12% en 2014. No obstante, la economía se basa principalmente en el sector turístico, de modo que depende mucho del contexto económico internacional.
Con el fin de limitar tales riesgos, el gobierno ha tratado de desarrollar el sector agrario para garantizar la autosuficiencia alimentaria; además, ha impulsado la construcción de infraestructuras turísticas sin dejar por ello de esforzarse en preservar ciertos espacios naturales. Por esta razón, se han delimitado cuatro parques nacionales, así como diversas zonas de desarrollo turístico.
Si bien es cierto que estas medidas pueden de algún modo inquietar al turista en busca de formas de acceso de una parte a otra, no hay motivo ninguno para la preocupación: Cabo Verde cuenta en la actualidad con numerosos lugares "auténticos", como playas, pueblos, valles y cumbres ¡que te ayudarán a encontrar la paz necesaria!