Mi principal consejo antes del viaje es que aprendas algunas frases básicas en mandarín. Así podrás aprovechar mejor tu estancia allí. En efecto, fuera de las grandes ciudades, es muy difícil comunicarse con los chinos, y ellos siempre se darán cuenta de tu esfuerzo aunque no entiendan ni una palabra de lo que les dices. No olvides llevarte un pequeño diccionario como apoyo.
Cortesía y actitudes aconsejadas
Para que tu viaje sea un éxito, mi mejor consejo es que evites ser inapropiado y que prestes atención a determinadas prácticas. Estas son cuatro recomendaciones que me parecen importantes:
- Para saludar a alguien, dale la mano, ¡nunca le beses! También puedes añadir «Nihao» (hola), como se suele hacer.
- Para preguntar por un sitio, intenta empezar tu frase por «Qing Wèn», que significa «¿Le puedo preguntar...?». Aunque los chinos son bastante indulgentes con la etiqueta, seguro que agradecen esta fórmula.
- En los templos budistas y taoístas, las iglesias o las mezquitas, lleva ropa respetuosa, con mangas y zapatos cerrados. No lleves pantalón corto ni camiseta de tirantes, y quítate los zapatos a la entrada cuando se pida.
- En la mesa, espera a que se brinde antes de beber y junta tu copa con la del resto de comensales. Ofrécete siempre a pagar la ronda en un bar.
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Allez vers les habitants @flickr cc John Ragai
Otros usos y costumbres
Que sepas que no tiene sentido dar propina en los bares o en los taxis. De hecho, no te lo recomendaría, algunos chinos se sentirían ofendidos.
Mi último consejo a los viajeros es que los chinos son un pueblo muy púdico, Incluso es raro ver a una pareja dándose la mano por la calle. Por tanto, evita las demostraciones de afecto en público o incomodarás a todo el mundo.
