¿Te apetece convertirte en un marajá por una noche? Tras un periodo de opulencia durante el Raj británico, el poder de estos soberanos comenzó a decaer a partir de la independencia de la India en 1947. Algunos palacios de estos reyes de antaño se han transformado en hoteles muy elegantes y refinados. Si puedes, no pierdas la ocasión de disfrutar de una experiencia atemporal.
Cuando la luz rosa del amanecer desciende sobre el lago Pichola, la blancura del Taj Lake Palace, en Udaipur, brilla sobre la superficie. La antigua residencia de verano de Jagat Singh recibe hoy a algunos privilegiados que pueden soñar despiertos en sus jardines secretos o bajo las sombrillas de su terraza. Si quieres descansar en un enclave indio tradicional del siglo XVII, el palacio de Deogarh te espera a 130 km de Udaipur. Mientras todo el mundo duerme a pierna suelta, es el momento de recorrer los pasillos de este auténtico museo en busca de la habitación que solía usarse como caja fuerte.
Frente a las montañas de Rajastán, en el norte de Udaipur, la fachada amarilla del palacio de Samode brilla con todo su esplendor al caer la noche. Dentro, los espejos y los frescos de las paredes forman un caleidoscopio de colores. Podrás relajarte en los mullidos sillones alrededor del patio o disfrutar de tu habitación, donde te espera un baño de pétalos de rosa.