
No es una ofensa decir que las noticias de la República Checa afectarán poco a tu viaje. Estos son algunos puntos interesantes a tener en cuenta.
De todos los países de Europa del este, la República Checa es uno de los que mejor le ha ido, de forma objetiva, tras el fin de la URSS y el fin del comunismo estático. Desde la revolución del terciopelo (17 al 24 de noviembre de 1989) hasta nuestros días, el país se ha visto obligado a desmantelar una economía planificada de las más rígidas que jamás se habían visto, y preparar una transición a una economía de mercado, garantizando su propia preparación económica y legislativa ante la ampliación de la Unión Europea. Con un paso al euro que no será, en el mejor de los casos, antes del 2019-2020, la República Checa continúa utilizando la moneda checa y cuenta con fuertes garantías en su futuro: una apuesta seria por el turismo.
Según el acuerdo “Consejos para los viajeros" del Ministerio de Asuntos Exteriores, hay poco qué temer durante un viaje por la República Checa. Mis distintas experiencias en el país suelen confirmar esa afirmación: nunca me he sentido en peligro en este país. Si bien la cada vez mayor afluencia turística produce los efectos habituales (aumento de carteristas, típicos engaños con las tasas de cambio), Praga y el resto de las grandes ciudades checas no parecen tener graves problemas de inseguridad. Por último, tal vez los problemas más grandes sean en realidad los causados por las hordas sedientas procedentes de Inglaterra (y otros países), atraídas por las pintas de cerveza a 1 €...
Siempre muy activa, la oficina de turismo checa ha desarrollado en 2014 otros aspectos a los ya mencionados antes, presentando el país como “The Land of Stories”. Con el deseo de presentar el destino desde todos los ángulos menos conocidos, se ha hecho hincapié en el patrimonio histórico (los numerosos castillos), la naturaleza protegida (Bohemia del sur) o incluso el patrimonio industrial bien conservado (las minas de carbón de Moravia). La República Checa se presenta actualmente como un destino verde y propone numerosas soluciones para atraer y seducir a los diferentes públicos. De momento, la apuesta está ganada.