
Si al organizar un viaje a Cuba te vienen a la cabeza nombres como la Habana o Varadero, una vez en materia descubrirás que la ciudad de Trinidad quizá sea la más bonita de todo el país.
Cuando anuncies a tus amigos que te vas de viaje a Cuba, corres el riesgo de despertar mucha envidia entre los tuyos. No podrás dejar de hacerles la boca agua con tus relatos sobre La Habana.
Sin embargo, hay una ciudad que merece desviarse un poco del camino, y que incluso se encuentra inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Se trata de Trinidad. Esta es, sin lugar a dudas, la ciudad cubana con mayor encanto. Trinidad es, en el sentido más literal, encantadora.
Visitar Trinidad es un poco como ir de peregrinación a la ciudad más bonita de la isla. Se trata de una auténtica joya en su estuche. Aquí el tiempo parece detenerse, lo cual supone una razón adicional para no contar los momentos que pasarás en este lugar. Lo cierto es que solo hay una cosa que importe en Trinidad: tomarte tu tiempo. Es necesario descubrirla, aprender a conocerla lentamente, al ritmo de tus pasos, sobre todo no más rápido de lo que permiten sus callejuelas de adoquines desiguales. Este es en realidad el único peligro. Si la admiras demasiado, puedes olvidar prestar atención a dónde pones los pies.
Por la mañana y por la noche, las fachadas de distintos colores parecen cubrirse de sombras. De día, bajo la luz del sol, sus colores se reavivan volviéndose muy brillantes. Por supuesto, es inútil tratar de resistirse a sus encantos. Trinidad forma parte de esas ciudades de las que uno se enamora; no se puede hacer nada contra eso. ¿Y si la ciudad más bonita de Cuba fuera simple y llanamente la ciudad más bonita del mundo? Solo tú podrás juzgarlo.
Disfruta de tu estancia en este lugar: perderás la noción del tiempo en la preciosa plaza Mayor; cuando el calor te pese demasiado puedes buscar algo de frescor en los excelentes museos, como por ejemplo en el Museo Romántico, el Museo de Arquitectura Colonial, el Museo de Arqueología Guamuhaya, el Museo de la Lucha contra los Bandidos o la Galería de Arte.
De noche, déjate guiar por los sonidos de salsa que salen de las casas de música y pasarás una de las noches más embriagantes que puedas imaginar. Trinidad es un lugar único.
A día de hoy, Trinidad se ha convertido en un lugar de paso obligado para los viajeros; por esta razón resulta fácil acceder hasta ella, ya que se encuentra bien comunicada por autocar. Por ejemplo, desde La Habana, el viaje te llevará 6 horas; desde Cienfuegos, algo menos de 2 horas; aproximadamente 3 horas desde Santa Clara; unas 5 horas saliendo de Varadero; no menos de 12 horas desde Santiago de Cuba y apenas algo más de 1 hora desde Sancti Spiritus.