Durante los días que pasé en Mikonos, quedé cautivada por sus habitantes y por el ambiente distendido y tranquilo que se respira en este lugar. Cabe destacar que a finales de septiembre en la isla apenas quedan turistas y las playas están casi vacías. Es también la mejor época para descubrir con tranquilidad esta magnífica isla repleta de casas de fachadas blancas y tejados azules.
Mikonos cuenta con una veintena de playas accesibles al público, lo que hará las delicias de los viajeros que lleguen hasta aquí para descansar durante su viaje a Grecia. Los lugares más animados se encuentran en las ciudades principales: Mikonos (localmente conocida como Hora o Chora) y Ano Merá.
Mikonos es famosa por su intensa vida nocturna, por lo que es sobre todo en estas ciudades en las que los amantes de la fiesta encontrarán lo que buscan. Los apasionados de la arqueología podrán explorar el santuario de Apolo, en Delos, al oeste de la isla.
Mikonos está considerada por muchos como la Ibiza griega, pude constatar por mí misma que esta comparación es totalmente acertada. Los precios de los restaurantes, por ejemplo, me parecieron realmente abusivos y el ambiente es similar al de cualquier ciudad con una intensa vida nocturna. Está bastante abarrotada de gente.
Sin embargo, me pareció una ciudad muy bonita, con una estampa digna de las mejores postales. Calles y casas pintadas de blanco, pequeñas iglesias, palomares y molinos de viento. La ciudad, ubicada frente al mar, es una auténtica belleza. Las playas más próximas no están nada mal, pero en temporada alta están atestadas de gente.
Al final logré apreciar el encanto de esta ciudad porque encontré algunos barrios realmente auténticos, como imagino que será el resto de la ciudad cuando los turistas regresan a sus respectivos países.
Aunque Míconos es conocida por su vida nocturna, no me ha gustado mucho salir por aquí. El precio de la entrada de los clubes y las bebidas es bastante elevado. Además, la música es muy comercial y principalmente electrónica.
Además, las playas de la isla suelen estar repletas de gente. Lo que más merece la pena es el ambiente que reina durante las puestas de sol. La gente pone música, los bares empiezan a vender cócteles y todo el mundo baila. ¡Merece la pena vivir la experiencia en la playa Paradise!
Si buscas un plan más relajado durante tu visita por Grecia, puedes ir a pasear por el centro de la ciudad o visitar los molinos de viento.