Con un equilibrio perfecto entre cultura y naturaleza, Delfos se encuentra en muy buen estado de conservación si lo comparamos con otros yacimientos arqueológicos de Grecia. Como realicé mi visita en febrero, pude disfrutar de un ambiente muy tranquilo, ya que había pocos turistas. Este lugar tiene una atmósfera única, prácticamente mágica.
Construido a los pies del monte Parnaso, Delfos es el lugar donde se construyó el santuario panhelénico en el que se encontraban el oráculo de Apolo y el Ónfalo, el “ombligo del mundo”. Este símbolo del poder griego, es uno de los lugares más bonitos que se pueden visitar durante un viaje a Grecia. Se trata de una de las citas obligadas en cualquier circuito arqueológico por el país y fascinará a los apasionados de la arqueología y la historia. La visita al museo te ayudará a apreciar y comprender mejor la historia de este yacimiento.
Desde la zona más alta pude disfrutar de unas impresionantes vistas de las montañas (a pesar de que estaba un poco nublado...)
Delfos se deja descubrir poco a poco. No me esperaba descubrir esos tesoros. Delfos, situado al borde de las montañas, es un lugar mágico. Las ruinas de la tholos están perfectamente situadas en un oasis de verdor. Se trata de un edificio circular que actualmente no sabemos para qué se empleaba. El anfiteatro está bastante bien conservado, así como los santuarios. Delante de los templos vemos el lugar para las ofrendas.
Es fácil orientarse con el mapa que te dan en la entrada y así poder visitar los diferentes monumentos. Las vistas desde Delfos son preciosas. Para mí ha sido maravilloso poder descubrir este lugar durante un viaje por Grecia.
Además, he descubierto que el museo alberga auténticos tesoros. El Áuriga está especialmente bien conservado. El pueblo no tiene nada de especial. Pero es práctico alojarse allí y puedes comprar recuerdos. Hay muchísimos turistas.
El sitio arqueológico de Delfos, además de tener fabulosas ruinas, es de una impresionante belleza natural. Encaramado en la ladera del monte Parnaso, que se eleva a 2.500 metros, Delfos ofrece impresionantes vistas de los valles de alrededor. Es un sitio sagrado para el mundo griego y conserva muchas ruinas importantes.
El templo de Apolo es el edificio cuyos restos me impresionaron más, junto con el Tholos, edificio religioso circular de finalidad desconocida. Durante tu visita podrás ver muchos otros monumentos conmemorativos, menos impresionantes. El museo de Delfos tiene muchas piezas que no tienen nada que envidiar a las de los museos de Atenas, como antiguas ofrendas hechas por los peregrinos a los dioses, en forma de estatuas, columnas y pilares votivos.