
País con un gobierno laico, Letonia sigue sin embargo atada a sus celebraciones y ritos religiosos, al menos en apariencia. La realidad de las prácticas religiosas y creencias resulta ligeramente más compleja.
Históricamente, Letonia es un país de confesión luterana. En la época de la Primera Guerra Mundial, el 70% de la población se declaraba luterana. El paisaje urbano con sus numerosas iglesias da testimonio de esta creencia religiosa y constituye un patrimonio excepcional, que, sin duda alguna, debes visitar durante una estancia en Letonia. Aunque las prácticas religiosas protestantes tienen tendencia a conocer una descenso en Letonia, es en beneficio de una repartición entre tres religiones: luterana, católica y ortodoxa.
Efectivamente, en la actualidad, entre el 20 y el 25 % de la población pertenecería a una de estas tres iglesias, lo que es completamente coherente con el pasado de ocupación de Letonia. Por tanto, las ciudades, sobre todo Riga, son ricas en monumentos, iglesias y templos que conviven con toda serenidad. Esta arquitectura tradicional se mezcla perfectamente con las construcciones más modernas que se desarrollan y crean una atmósfera particular que te encantará durante una estancia en Letonia.
A pesar de que tres cuartos de su población están considerados como católitos, luteranos u ortodoxos, el país no se puede definir como realmente religioso. Los letones, que se consideran como practicantes, ya no van a la iglesia, mientras que los demás siguen atados a una tradición más que a un entusiasmo real. Por lo tanto, las prácticas religiosas en Letonia están en declive, en beneficio del ateísmo u de otras formas de espiritualidad. Los jóvenes en busca de una identidad, se giran cada vez más hacia movimientos del tipo de "nouvelle vague", "mensaje de esperanza", los mormones o la iglesia apostólica alemana. El 25% restante se declaran no creyentes, ateos o se dispersan en las comunidades religiosas minoritarias. Las creencias orientales también cuentan con algunos adeptos, en nombre de Shiva o Khrisna. También podemos citar al Iglesia del último testamento que tiene cada vez más importancia y que se dirige al público rusófono (las misas se celebran en esta lengua) elogiando las alabanzas de la patria rusa.