Localidad de unos 200.000 habitantes, Braga es una ciudad agradable, organizada alrededor de su centro mayoritariamente peatonal, donde se extienden pequeñas cafeterías y restaurante locales sobre antiguas calles pavimentadas. Allí el ambiente es muy agradable y al ritmo de los campanarios de las (muy) numerosas iglesias de la ciudad. Uno se siente bien y podría quedarse en Braga algunos días, la atmosféra allí es particularmente relajada.
Sin embargo no consideré que Braga respresentase una parada imprescindible de un viaje a Portugal, a pesar de su importancia histórica y religiosa. A pocos kilómetros de la ciudad, encontrarás uno de los principales lugares de Portugal, el Santuario del Buen Jesús del Monte, cuyas monumentales escaleras en zigzag representan los últimos metros de una peregrinación que acaba en la bella iglesia barroca de la cima.
Guardo un excelente recuerdo de mi paso por Braga. De una manera general me encantó este país y pienso que durante tu estancia en Portugal, esta ciudad es una de las etapas obligadas.
El casco antiguo de Braga es verdaderamente hermoso y típico de Portugal, me encantaron sus pequeñas calles estrechas donde se mezclan los diferentes olores del detergente que emanan de la ropa que los habitantes tienen la costumbre de extender en las ventanas que dan a la calle.
Además de estos pequeños detalles que dan un ambiente particular al casco antiguo, los edificios históricos del mismo son suntuosos. Vete a hacer un recorrido por la catedral de Braga o al Museo Biscainhos, son parte de los monumentos que debes ver durante tu estancia.
Braga es una bonita ciudad del norte de Portugal que te sorprenderá por su pasado histórico de más de 2000 años. Su centro es muy agradable para pasear durante un rato y está lleno de riquezas arquitectónicas como, por ejemplo, la catedral. No se puede dejar de visitar la iglesia del santuario del Bom Jesus do Monte, tomando el funicular para subir y descendiendo por su monumental escalera que es impresionante por su tamaño y su carácter místico. Braga puede constituir una etapa muy agradable durante tu viaje por Portugal.
Si te queda tiempo, te aconsejo que te acerques a la ciudad de Briteiros, a algunos kilómetros de Braga. Ahí encontrarás ruinas que datan de la edad de hierro, en el monte São Romão. Quedarás desconcertado por los restos de civilizaciones claramente visibles en el sitio.