El barrio de la Alfama constituye uno de los testimonios más hermosos del periodo en que Lisboa era aún una ciudad bajo influencia árabe. Es el más antiguo de la capital. Me encantó perderme en el laberinto de calles, callejones sin salida, escalones y pasajes que recorren la colina y nos hacen perder el sentido de la orientación. Se trata de un lugar magnífico que descubrí durante mis peregrinaciones a pequeñas y encantadoras plazas que parecían del todo remotas, como si de pronto nos hubiésemos transportado hasta la Edad Media, y sin embargo estábamos en el siglo XX, en pleno centro de una capital europea.
Su arquitectura me recordó mucho a la propia del norte de África, las medinas de las ciudades marroquíes, cuyo estilo a heredado la Alfama. Además me impresionó el hecho de que la Alfama haya sabido preservar tan bien su carácter y autenticidad a pesar del flujo de visitantes y turistas que pasan a diario por Lisboa. ¡Una auténtica experiencia por Portugal que no te puedes perder!
El barrio de la Alfama en Lisboa, es un poco como Montmartre en París. El que es el barrio más antiguo y tradicional de la capital de Portugal es, también, evidentemente, el más turístico. Es en verdad una aldea dentro de la ciudad, donde todo el mundo se conoce y se saluda.
Hay que perderse por las callejas de la Alfama, para descubrir los azulejos escondidos entre dos puertas o ventanas, admirar la ropa tendida que se seca al sol y visitar las numerosas y encantadoras iglesias. Me encantó salir en busca de las pequeñas terrazas de restaurantes en los que pude degustar deliciosas sardinas asadas.
A mi modo de ver, la Alfama es una visita imprescindible durante un viaje por Portugal. Atención, en pleno verano el calor es a veces insoportable en las estrechas callejas.
Alfama es uno de los lugares más auténticos que podrás ver durante tu estancia en Portugal. También encontré que se parecía bastante a una gran ciudad. Está frecuentado pero lleno de calor, y rápidamente me sentí cómodo recorriéndolo. Allí, la presencia musulmana ha dejado una huella durable y marca la atmósfera del barrio, podrás darte cuenta recorriendo las estrechas callejuelas y observando sus coloridas casas.
La identidad de Alfama está estrechamente ligada al fado, ese magnífico y melódico canto, quizás la especificidad cultural portuguesa más notable. Muchos bares organizan representaciones y te aconsejo enormemente que vayas a echar un vistazo. Allí descubrí un ambiente único y auténtico, lleno de nostalgia, orgullo y pasión. Un monumento de la identidad portuguesa.