
Antiguo miembro de la Unión Soviética, Estonia obtiene su independencia en 1991. Se sucede después un desarrollo rápido y un crecimiento que permite al país superar el retraso causado por la anexión soviética.
Tras la liberación, Estonia se desarrolla rápidamente. Todo está ahí, igual que una semilla, a la espera de que termine un largo invierno y el acceso a la independencia les permita finalmente poner en marcha sus ideas y concretar sus aspiraciones. En Tallinn particularmente, podrás observar este bum económico. Las tiendas de lujo, los edificios de arquitectura moderna, los restaurantes distinguidos están muy presentes. La transición es rápida y visible de día en día para mí que vivo aquí. El barrio de moda de Telliskivi, espacio industrial en desuso hace dos años, está en plena mutación y acoge ahora la camarilla inconformista de la ciudad con tiendas, cafés y salas de espectáculo.
Los estonios son amantes de las nuevas tecnologías y lo digital ocupa un lugar muy importante en sus vidas. Jamás he visto un lugar en donde no haya red, incluso en el medio del bosque. Hay conexión wi-fi por todas partes y generalmente es gratuita. Durante tu estancia en Estonia, no tendrás problemas de conexión. Todos los trámites administrativos pueden hacerse por internet. Los estonios son pioneros en ciertas áreas como en el caso de la residencia electrónica. Desde este año, no importa qué ciudadano del mundo puede convertirse en residente electrónico estonio y tener acceso a los servicios de creación de empresas en línea.
Las tensiones con Rusia están presentes a causa del pasado político y el acercamiento a los países occidentales, especialmente tras la adhesión a la Unión Europea. Estonia es también miembro de la OTAN desde 2004 y de este modo garantiza en parte su seguridad en el caso de un eventual ataque de Rusia. Hay pocas opciones de que Estonia siga la suerte de Ucrania. Además, Estonia y los Estados Unidos mantienen estrechas relaciones, Barack Obama vino en visita oficial el año pasado para reafirmar su apoyo a los estonios.
Atraídos por la naturaleza por sus orígenes campesinos, saben proteger sus recursos naturales y llevan a cabo una gestión ejemplar de los bosques. En Estonia la masa forestal está en expansión. En verano, los ciudadanos pasan la mayor parte de sus fines de semana en el campo, en su casa familiar o en un lugar de vacaciones. Los habitantes de la campaña han sabido desarrollar el sector del eco-turismo y durante tu viaje por Estonia encontrarás un poco por todas partes granjas ("talu") que te ofrecen alojamiento familiar. Casas de huéspedes y/o restaurantes, podrás descubrir los productos locales y la manera de prepararlos a la estoniana.