A medida que el régimen comunista reemplazaba el antiguo patrimonio con su arquitectura moderna diseñada, supuestamente, para construir un mundo mejor y más igualitario, conservaba esas mismas tradiciones, folklores y arquitecturas antiguas en los museos al aire libre, permitiendo a los "camaradas" descubrir mundos desaparecidos. Esta gran paradoja es la que encontramos en todos los antiguos países del bloque soviético o de Europa central e igualmente aquí en Rocca al Mare.
Efectivamente, este museo situado en el suburbio occidental de Tallinn reproduce exactamente una aldea de pescadores de los siglos XVIII-XIX con sus granjas, sus molinos, su hostal, su capilla ¡e incluso su sauna! La visita del museo al aire libre de Rocca al Mare es agradable pero yo no pude evitar pensar en todo el patrimonio desaparecido...