Hemos recorrido, lo que hemos podido en 17 días, los 3 paises bálticos con un coche de alquiler, con magníficas carreteras, desde Riga a Vilnius, pasando por Jelgava, la Colina de las cruces, Bauska y el palacio de Mezotnes, con visita obligada a Trakai desde Vilnius, para posteriormente ir a Kaunas y el monasterio de Pazaislis, pasando a Curlandia como parte imprescindible del viaje, recorriendo despues las localidades costeras como Klaipeda, Palanga, Liepaja hasta Ventspils pasando por la preciosa ciudad de Kuldiga. Llegada a Parnu y recorrido por las islas de Muhu y Saaremaa, para ir hacia Haapsalu antes de llegar a la sin par Tallin, para desde aquí visitar Helsinki, lo mejor del viaje, yendo posteriormente a visitar Narva, fantásticas las fortalezas, pasando por Rakvere, con destino Tartu parando en Kuremae para visitar su magnifico Monasterio de la Dormition, llegando a Cesis, Sigulda y Turaida y vuelta a Riga para terminar el viaje.
Estonia es mucho más que Tallin. Hemos visitado iglesias en los pequeños pueblos de la Isla de Saaremaa y en parte de nuestro recorrido por Estonia, pero estas visitas las descubrimos en Internet en una página Web dedicada a las mismas.
Este es uno de los fallos en la organización del viaje. Nosotros nos consideramos viajeros, no turistas, que intentan profundizar, dentro de lo posible, en las visitas a realizar. Nosotros hemos organizado un viaje a nuestra medida, basándonos un poco en la información de la Web de evaneos, en la agencia y en nuestro ligero conocimiento de la zona.
Creo que las agencias deben informar mejor de las posibilidades que hay cuando se organiza un viaje a la medida y a partir de ahí cada viajero seleccionar lo que considera más apropiado.
En nuestro caso habríamos dedicado una jornada más en la isla de Saaremaa (pero nos enteramos de este tema cuando ya estaban reservados los vuelos y todo en marcha).
Sobre este tema podríamos desarrollar bastante más el tema pero creo que está claro
Lo mejor del viaje, Helsinki, impresionante ciudad, pero habiendo recorrido los 3 paises bálticos nos ha impresionado Estonia, principalmente el trayecto entre Narva, que sorprende con sus fortalezas, a Tartu, impresionante ciudad universitaria, encontrando en el camino el espectacular y maravilloso Monasterio de la Dormition en Kuremae, imprescindible de ver, y el espectacular lago Peipsi.
La climatología, pero no ha sido grave ya que no nos ha impedido ninguna visita. Nos ha defraudado la famosa 'Colina de las cruces' en Siauliai, y también Rakvere, esperábamos más de esta ciudad aparte de su famoso toro o uro, pero sobre el resto no hay nada que decir de malo. Quizás decepcionan un poco Sigulda y Turaida una vez vistas Trakai y Tallin.