Me interesé en esta isla gracias a un amigo que me la aconsejó. Cercana a la playa de Oslob (lugar conocido por ser propicio a la observación de tiburones ballena - que no recomiendo), esta isla parecía contar con increíbles playas de un agua casi transparente. Para acceder a esta isla solo hay dos medios posibles, haber reservado un pack o una habitación el lujoso complejo hotelero del propietario de la isla o alquilar un barco a los habitante locales, para llegar a la única playa abierta al público y descubrir un poco de este paraíso perdido en medio de aguas turquesa.
Para mí, ciertos de los paisajes de la isla Sumilon son espectaculares, pero con total seguridad no son únicos en Filipinas. Además, en mi opinión las infraestructuras estropean el paisaje, incluso si no pude apreciarles verdaderamente desde el interior.
En conclusión, es un lugar exclusivo para turistas exclusivos.